martes, 7 de junio de 2016

Día Internacional de los Archivos 2016




El próximo jueves día 9 de junio se celebra en todo el mundo el Día Internacional de los Archivos. Una fecha festiva en el calendario de los profesionales de los archivos y una magnífica oportunidad para conocer  el mundo de los archivos, sus profesionales y su ciencia: la archivística.

En los últimos años la ciencia de los archivos ha experimentado grandes cambios tanto en su teoría como en la praxis diaria. El propio concepto de Archivo es hoy objeto de discusión en los debates profesionales y en el mundo académico.  La irrupción de la revolución tecnológica en el ámbito archivístico ha llegado tardíamente y ha cambiado completamente todos los paradigmas existentes en la profesión archivística; hasta tal punto, que vivimos hoy una autentica revolución archivística a escala internacional.

El cambio de paradigma ha dejado obsoleto el Archivo como objeto físico y como institución.  El archivo es hoy un concepto con múltiples significados según el contexto en el que se utilice.  Para unos es un documento, para otros un registro de información, para otros una institución y para otros un registro informático.

En general la mayoría de los profesionales y la opinión generalizada de las instituciones afectadas aceptan de buen grado considerar la actividad archivística como un proceso documental en el que primero se procesa la información (Información), después se genera conocimiento  (Desarrollo) y finalmente se aplica el conocimiento (innovación) a la práctica diaria.

El proceso requiere de recursos, personas y registros:

1) Los recursos son básicamente las herramientas e instrumentos, la tecnología para entendernos.  Con estos recursos el profesional accede a la información relevante (“Record”) según los requisitos pertinentes del contexto en el que se produzca.

2) Las Personas siguen siendo necesarias para procesar la información relevante y formar con esta información, junto a su formación y experiencia previa, el conocimiento necesario según el contexto en el que se produzca. La mente humana es aun necesaria.

3)  Los Registros  son el reflejo documentado de las acciones realizadas.  Tradicionalmente se han fijado sobre papel dando lugar al documento, expediente y serie documental, banco de datos, tablas, etc.  Hoy todos los registros se confeccionan usando la tecnología que nos proporciona la informática y la telemática.
 Los registros digitales son la mejor muestra de estos registros.  En si mismos  ejercen como memoria del proceso.  Esa memoria puede ayudar a tomar decisiones, solicitar nueva información, corregir o modificar  información obsoleta, etc. Múltiples acciones según el contexto en el que se produzcan.

 Como vemos una persona física, una familia, una empresa, una asociación o una entidad pública puede aprovechar el potencial informativo que se genera en su actividad diaria en beneficio propio. Un aprovechamiento de la información, puede hacer ganar mucho dinero a su poseedor, puede reducir costes, puede mejorar la calidad de la gestión, puede solucionar problemas y resolver conflictos, puede contribuir a la mejora medioambiental, tan sólo aplicando unas sencillas normas y generando hábitos saludables a su actividad diaria de forma natural.

Los archiveros profesionales, también conocidos como gestores de documentos, aplican normas internacionales y prácticas profesionales que han tenido éxito en muchos sitios.  La gestión documental no es un software únicamente, es un proceso que cualquier persona, familia, empresa, asociación o entidad pública puede aplicar en cualquier momento y de forma sencilla.  No es un añadido, es tan solo un complemento que mejorará su actividad diaria.

En Kalímacos disponemos de asesores profesionales y de servicios profesionales de primer nivel. Somos colaboradores con el comité nacional de AENOR  e internacional de ISO que redacta las normas ISO/UNE vinculadas a  nuestra profesión. Tenemos experiencia probada de más de 15 años al servicio de los particulares, asociaciones, empresa y administración pública.

En dicha experiencia nos hemos dado cuenta de los principales problemas que se encuentran las empresas en la actualidad a la hora de abordar la gestión documental, en especial en formato papel:
El hábito adquirido quizás por una formación deficiente y por experiencias nada saludables, ha generado almacenes de papel y cartón en las oficinas, despachos, trasteros, garajes y sótanos. Almacenes a los que de forma irónica e impúdica muchos denominan “Archivo”.  

En estos habitáculos  hemos encontrado de todo: Desde almacenes repletos hasta la misma puerta y techo, en los cuales nos es imposible entrar; hasta despachos convertidos en Archivos reales, con estanterías, medios de conservación y acceso informático a la información contenida allí.

Además de documentos, nos encontramos con todo tipo de objetos que nada tienen que ver con la documentación que esperaríamos encontrar en un archivo.   Desde productos de limpieza y de mantenimiento de edificios/jardines; hasta bicicletas, motos, coches, y un sinfín de  muebles o electrodomésticos desvencijados.

No hablemos de la fauna y flora endémica de estos almacenes. Encontramos todo un ecosistema biológico que ha anidado y colonizado el territorio. Todo tipo de hongos, algas, plantas y animales tales como cucarachas, serpientes,  hormigas, roedores, arácnidos y todo tipo de insectos voladores y terrestres. Entrar en estos ecosistemas es como adentrarse en lo profundo de la selva del Amazonas.


En cuanto al acceso, también hay de todo. Desde archivos con puertas inexistentes hasta sistemas de seguridad ultra perfectos.  Las ubicaciones de los habitáculos generalmente no suelen estar diseñadas o preparadas para alojar documentos en Papel.  En muchos de estos habitáculos hemos encontrado grietas en las paredes que amenazan las estructuras del mismo, filtraciones insalubres de humedad, suelos en mal estado, techos que amenazan ruina, puertas en mal estado, cerraduras o herrajes con óxidos, etc…

Las estanterías utilizadas a menudo no son las adecuadas. En muchos casos se prima la estética sobre la funcionalidad.  A menudo nos hemos encontrado con estantes combados o rotos, sostenidos milagrosamente con las cajas de archivo o AZs. No solemos encontrar mucho orden en las estanterías. En ocasiones hemos tenido que desmontar estanterías para poder sacar la documentación allí contenida.

En general, la mayor parte de nuestros clientes dan poca o ninguna importancia al archivo conservado.  A medida que pierden vigencia los documentos, estos se van almacenando de cualquier forma y en cualquier sitio sin ningún tipo de orden  u organización establecida de antemano. Cada persona organiza su parcela documental a su modo y entender.  No hay criterio común o aceptado. 

En este sentido el acceso a la información en un sistema basado principalmente en papel,  es nulo, simplemente por la dificultad que entraña acceder a la información sin contar con un buen sistema de gestión de documentos y sin procedimientos normalizados establecidos.  Tener una base de datos o digitalizar un documento no es sinónimo de excelencia o eficiencia, es necesario que dicha información esté realmente accesible en el momento que se necesite y para ello hay que disponer de un buen sistema, procedimientos y normas.

Nuestros asesores ayudan a la empresa a organizarse, a crear hábitos, a corregir deficiencias, a mejorar la calidad de su gestión, a proteger el medio ambiente y a hacerle ganar dinero con la información que ya tiene usted y no la está aprovechando.  A través de nuestros servicios les solucionamos sus problemas, de forma rápida, sencilla, económica y honrada. 


Consúltenos acerca de nuestro servicio de Asesoría en Sistemas de Gestión de Documentos a particulares, a empresas y a asociaciones.  www.kalimacos.com