“En un mundo en transformación, queremos que la UE posea una
economía inteligente, sostenible e integradora. Estas tres prioridades, que se
refuerzan mutuamente, contribuirán a que la UE y sus Estados miembros generen
altos niveles de empleo, productividad y cohesión social”.
En materia de sostenibilidad, que afecta a los objetivos
internacionales sobre cambio climático y protección del medio ambiente, la UE ha establecido varios objetivos. Estos se pueden ver en la
web: http://ec.europa.eu/europe2020/europe-2020-in-a-nutshell/priorities/sustainable-growth/index_es.htm
- Reducción de un 20% de los GEI (Gases de Efecto Invernadero) para 2020.
- Aumento en un 20% de la cuota de energías renovables en el consumo final de energía
- Aumento de un 20% en la eficiencia energética
Para lograr estos objetivos se debe actuar en dos frentes:
- la “mitigación”: Mediante nuevos sistemas que nos ayuden a gestionar mejor la energía que consumimos para evitar contribuir en la emisión de GEI a la atmósfera.
- La “adaptación”: Establecer con carácter europeo una nueva política energética en cuanto a su aplicación a los procesos productivos. Las empresas deberán adaptarse a esta política energética.
Muchos
pueden pensar que el cambio de energía y
su adaptación tecnológica resultará cara al bolsillo del ciudadano, de las
empresas o de los estados europeos. La fuerte competencia con China o Estados
Unidos podría poner en serio peligro la estabilidad económica comunitaria. Sin
embargo se han hecho estudios que dan
datos muy relevantes y positivos:
- Ahorro de 60.000 M € en la compra de petróleo y gas a un país productor (2014-2020)
- Reducción de la dependencia exterior. Las renovables se adaptan a los recursos locales existentes.
- Aumento del PIB europeo del 0,6% al 0,8%
- Aumento del número de puestos de trabajo, dado que la energía renovable estimula la creación de nuevas empresas de forma sostenible.
- Cumplimiento con los objetivos internacionales en relación con el cambio climático.
- Resultado: Obtenemos un mayor beneficio a un menor coste con esta estrategia.
Se trata de una estrategia ambiciosa y también muy compleja en su aplicación, sobre todo si tenemos en cuenta las difíciles relaciones entre los países y el escenario actual de la crisis económica. Pero si realmente sale adelante habremos dado un paso de gigantes. Estaremos en la buena senda para cuidar nuestro planeta.
Además de las cuestiones políticas, el ciudadano debe concienciarse que se
trata de una cuestión ética y en consecuencia deberá asumir su responsabilidad
en el ámbito que le corresponda.