viernes, 13 de marzo de 2015

Caminito del Rey un paseo en la naturaleza

Caminante no hay camino, se hace camino al andar” así se expresaba poéticamente el genial Antonio Machado. Toda una metáfora de la actitud del ser humano ante la vida. Para llegar a una meta es preciso caminar, avanzar, dar un  paso adelante.

El pasado miércoles tuve la oportunidad de visitar y recorrer el complejo conocido popularmente como “El Chorro”, una serie de embalses (“Conde del Guadalhorce, Guadalhorce y Guadalteba”) e instalaciones hidroeléctricas situadas en la cabecera del río Guadalhorce (Málaga) construidos en las primeras décadas del siglo XX para abastecer a Málaga y al fértil Valle del Guadalhorce.

Recientemente la pasarela de servicio, conocida popularmente como “Caminito del Rey” www.caminitodelrey.info   ha sido reconstruida como sendero enfocado al turismo ecológico.  Bien desde Álora, bien desde Ardales,  se puede recorrer este histórico sendero con relativa facilidad.

 El sendero atraviesa el escarpado desfiladero de los “Gaitanes”,  te introduce por sus angostas gargantas en un mundo dominado por la grandeza y la fuerza de la naturaleza.  Sobrecoge sus alturas y a la vez empequeñece al visitante.  La naturaleza reina en este lugar. Hábitat de buitres y jabalíes, de sapitos escondidos y de innumerables aves.   Los pinares, algarrobos, alcornocales, el romero, el esparto, la  lavanda florece en las escarpadas rocas kársticas  y zonas de transición del lugar dando aroma y color al sendero.

Entrando por Álora  - se va con guía previa reserva - , el camino es cuesta arriba, por lo que el comienzo es bastante duro, no apto para fumadores, cardiacos o gentes que padezcan vértigos. Pero una vez en lo alto, la pasarela transcurre en llano prácticamente durante todo el trayecto  hasta el final. Solo en algunos puntos hay que subir empinadas escaleras. ¡Ojo a los escalones de la pasarela! Pero el resto es una delicia de paseo y apenas se da cuenta uno de los kilómetros que está andando. El tiempo y el espacio dejan de existir al rato. Cuando uno cree estar en mitad del camino resulta que ha llegado a la salida/entrada por Ardales.  Aun le quedará un kilometro cuesta arriba para llegar a la civilización.

Tanto a la entrada como a la salida hay zonas para el refrigerio o para almorzar. Recomendamos desde Álora el “Hotel La Garganta” http://www.lagarganta.com/  para desayunar, junto a la estación de tren. A la salida hay dos sitios donde comer: el “Kiosco” www.restauranteelkiosko.com/  o el “Mirador”. Ambos ofrecen comida local a buen precio. Recomendamos el aceite y vino de Ardales o Álora para acompañar  las viandas.  Aun no está abierto del todo, pero poco a poco van haciendo las infraestructuras del camino.


En realidad ha sido una magnífica obra para Málaga y desde luego para los municipios aledaños.  Mis felicitaciones a la Diputación de Málaga por este magnífico trabajo de puesta en valor de un recurso esencial para el desarrollo de la economía local, pero también para el conocimiento de la cultura y el medio ambiente malagueño. 















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