lunes, 29 de febrero de 2016

La ecología del siglo XXI

Durante siglos la humanidad ha convivido con el espacio natural que le era propio. Durante siglos la humanidad ha tomado de la naturaleza los recursos necesarios para la vida. Durante siglos la humanidad ha respetado el medio natural en un sentido ecológico. Ha devuelto a la naturaleza aquello que tomó de más.

Pero en los últimos siglos esa devolución y ese respeto debido a la naturaleza no se han producido. La sobre explotación del medio natural ha roto el equilibrio natural original. Como consecuencia de ello se ha producido deforestación,  reducción de acuíferos y cambios en el paisaje natural. Todo ello ha afectado a la vida en el Planeta, incluida la humana y todo ello ha propiciado un cambio climático que ya está mostrando sus efectos destructivos.

Hasta el siglo XVIII los cambios climáticos se producían de forma natural cada muchos milenios, este cambio era debido principalmente a la actividad volcánica y sísmica natural. A partir del siglo XVIII, la humanidad ha aumentado sus emisiones de CO2  a la atmósfera, contribuyendo con ello a producir el llamado “efecto invernadero”. Un efecto climático que produjo un progresivo calentamiento de la atmósfera.

Este calentamiento – que aún continúa -  derrite hoy el permafrost y los glaciares. El agua generada va a parar al mar, aumentando éste su caudal. Las zonas insulares y de costa son las más perjudicadas. Este calentamiento seca los acuíferos vitales para la vida animal y vegetal en la zona continental, produciendo un efecto grave de desertización. Esta desertización afecta básicamente a los recursos alimentarios en todo el planeta.

El oxígeno, el agua y la alimentación, vitales para la vida en el planeta está retroceso.  Hasta la cumbre de París, los países generadores de emisiones de CO2  a la atmósfera optaban por comprar y vender “cuotas” de emisiones a cambio de mantener su producción industrial como si de una mercancía se tratase. Grandes intereses económicos y financieros jugaban en contra de una parte de la población mundial que deseaba frenar el deterioro del planeta.

Los mecanismos contra el incumplimiento de París están comenzando a dar sus frutos. Pero aun queda mucho por hacer.  No es solo una cuestión de políticas estatales o pan estatales; es un cambio de mentalidad por parte de los gobiernos, ciudadanos y de las empresas.   El planeta Tierra es – como dice el Papa Francisco – “nuestra casa común” y hemos de cuidarla. Es una cuestión ética que no debe ser menospreciada.

La disminución de la contaminación es el primer paso. Más que reciclar, es mejor no usar los residuos contaminantes. Las empresas productoras de estos residuos han de cambiar su modelo de producción para reducir o eliminar aquellos elementos que puedan generar algún tipo de residuo contaminante. 

La enfermedad del planeta se llama contaminación, el reciclaje es un remedio para aliviar la carga contaminante, pero  no cura la enfermedad.  Lo mejor es prevenir antes que curar. Es mejor no generar residuos contaminantes, que reciclar. Eso no quiere decir que haya que dejar de reciclar. Aunque no cure, alivia.

El papa Francisco en su magnífica  encíclica “Laudatio Si”  nos da 10 consejos concretos para evitar dañar al planeta, incorporando un cambio de mentalidad y de vida para eliminar el hábito contaminante.

1.- Disminuir el USO del material plástico y del papel
2.- Reducir el CONSUMO de agua
3.- SEPARAR los residuos
4.- Cocinar SOLO lo que se pueda comer
5.- Respetar a los demás
6.- UTILIZAR el transporte público
7.- Plantar más árboles
8.- APAGAR las luces innecesarias
9.- VIVIR DE FORMA MÁS SENCILLA
10.- Volver a SENTIR que nos necesitamos unos a otros.

Todo un decálogo para una vida respetuosa con el medio ambiente, al que seguro se podrán incluir otras medidas concretas en nuestra vida cotidiana, como por ejemplo el USO EFICIENTE De la energía, priorizando la energía renovable frente a la energía no renovable. 

El uso de las bolsas de plástico es sin duda el mayor hándicap que tendremos que asumir. Por Internet se pueden ver las fotos del llamado “Sexto continente” flotante que está en medio del Pacífico, compuesto principalmente por plásticos generados en todo el mundo. Una llamada de atención a como estamos tratando al planeta.

La nueva ecología del siglo XXI, más que una tradicional ideología de izquierdas, es un movimiento civil, religioso, cultural y ético que afecta a todo el mundo. Cualquier persona, independientemente de sus creencias o ideologías debe sumarse a este movimiento que únicamente quiere que el planeta Tierra siga siendo habitable.

Un movimiento que pone el acento en la solidaridad y en la fraternidad humana. Que va más allá de políticas concretas y de cuestiones economicistas.  Se trata de poner freno a un consumo desbordado por la tiranía de grandes empresas especulativas y contaminantes.  Se trata también de recuperar el carácter gregario y comunitario de la especie humana. Hay que reconciliar al ser humano con la naturaleza.  El punto 7 del decálogo de Francisco es el que más se acerca a esta forma de pensar: devolver a la naturaleza lo que le hemos quitado de más. Recuperar los bosques y las selvas contribuye a frenar el cambio climático.
De vosotros depende. Yo al menos quiero seguir viviendo en un planeta habitable.




En "DiocesisMálaga, semanario de la Iglesia Católica en Málaga"
 nº 960 
28 de febrero de 2016
página 7

jueves, 25 de febrero de 2016

Cambio de paradigma: La oficina sin papeles

Sólo un dato nos puede dar la pista: el 90% de los residuos generados por las oficinas en España tienen que ver con el Papel y el Cartón.   Según la estadística oficial en España se reciclan el  80% de los papeles y cartones retirados de las oficinas.

Para muchos estas cifras pueden ser positivas en el sentido que hay un proceso de reciclaje en crecimiento. Pero para muchos otros, la idea es precisamente la contraria, se debería caminar hacia la  no generación de  residuos. Cualquier residuo en mayor o menor medida perjudica al medio ambiente. 

Piensen que en el proceso de recogida, traslado, molienda y reciclaje de papel se utiliza energía, principalmente fósil en España, tanto en carburantes, como en energía eléctrica.  En el proceso de reciclado también se utiliza agua y una parte importante de los residuos generados no se pueden reciclar debido a la naturaleza de sus componentes.

La clave está en la actualidad en un cambio de mentalidad en las oficinas y domicilios. Antes que tener que reciclar, es mejor prevenir la generación de residuos. En este caso, la reducción del uso de papel y cartón en la actividad diaria se impone como la mejor vacuna para la prevención.

Venimos de un modelo tradicional basado en el uso del papel como soporte principal para fijar la información que usamos en la oficina o en nuestra casa. 

Entendemos o visualizamos mentalmente la oficina como un lugar físico, un lugar que dispone de instalaciones, mobiliario, equipamiento y en el que se mueven personas.  En este lugar se producen diversas actividades: de dirección, contables, investigación, técnicas, comerciales… que requieren para su desarrollo de información relevante. 

En este sistema el documento generado o recibido, documento físico en papel,  va pasando de mano en mano literalmente para cumplir todo el procedimiento o proceso para el que ha sido creado o recibido.  En este sentido el circuito que sigue suele ser lineal y unidireccional. Hasta que tal persona lo vea, no puede verlo otra persona, porque el documento físico aun sigue en la mesa del primero.  Es posible también que  ese documento sea fotocopiado o se haga una copia idéntica para que más personas puedan acceder a la información de forma simultánea.

Cuando el procedimiento acaba, la carpeta, caja, AZ o cualquier otro elemento de conservación de cada expediente, es directamente almacenado en un lugar concreto de la oficina física. A ese lugar a menudo se le denomina “Archivo”, en muchos casos comparte ubicación con los útiles de limpieza y con objetos propios de un trastero.

Allí se acumulan hasta que el espacio se cubra de documentación totalmente. Es ahí donde saltan las alarmas: no hay más sitio para guardar documentos.  No se puede acceder a la información. Aunque saquen las cajas, muchos no sabrán donde han colocado el expediente. La actividad se resiente, la empresa comienza a perder dinero y la calidad brilla por su ausencia.
  
La respuesta a esta enfermedad documental es acudir al reciclaje o a la custodia externa de documentos. Con ambos servicios externos se libera espacio… pero para seguir acumulando documentos de la misma forma. La empresa entra con este remedio casero en un bucle sin término.

En la actualidad la mayoría de las empresas están innovando en sistemas de gestión donde la información relevante no está fijada físicamente en un papel, sino creada y comunicada a través del sistema informático y telemático de la empresa. La digitalización, el escaneo, la gestión automatizada a través de múltiples Apps, disponibles en tiempo real a cualquier dispositivo conectado a la Red, se encuentre éste donde se encuentre ubicado físicamente.

La oficina ha dejado de ser un lugar físico, la oficina camina hacia un espacio virtual donde la única instalación es el sistema informático y la red de comunicaciones.  Carece de mobiliario y el único equipamiento es el dispositivo que emite y recibe información.

La información circula de forma simultánea y en tiempo real por el “ciberespacio”, se almacena en la memoria de los dispositivos creados para esta función. Se aloja en la nube del ciberespacio.  La información deja de ser lineal y unidireccional. El papel literalmente desaparece de la ecuación.

Si antes en los sistemas tradicionales el modelo de empresa era de tipo piramidal  y con procedimientos establecidos en el siglo XIX; en el sistema digital actual el modelo de empresa es horizontal y con procedimientos novedosos como el trabajo en equipo y el trabajo en red.  La inmensa disponibilidad de Apps y dispositivos móviles facilita el trabajo, reduciendo el tiempo de trabajo al mínimo.  Esto ha cambiado el panorama del sistema empresarial.

Para llegar a la meta que muchos profesionales nos hemos marcado: la oficina sin papeles; los profesionales aconsejamos implementar la familia de normas “ISO 30300”  que recientemente ha salido a la luz (disponibles en AENOR). Esta familia de normas ha creado un nuevo Sistema de gestión de documentos, información y archivos.  Profesionales de todos los ámbitos hemos participado en mayor o menor medida en su elaboración, partiendo de la propia experiencia acumulada.

Es una familia de normas que surgió a iniciativa de España (AENOR. Comité Técnico nº 50, Subcomité 1) y elaborada por profesionales españoles (Entre los que está Kalímacos). Una familia de normas que ha revolucionado a nivel global (ISO. Comités TC46 y TC171)  el mundo de la documentación. Esta familia crea el sistema de gestión de documentos en un entorno digital y aplicado principalmente al mundo de la empresa (incluidas las PYME, las micropyme y los autónomos). 


Esta familia de normas contribuye además a frenar el cambio climático al reducir la carga de residuos sólidos de papel y cartón.  Su nivel de importancia la ha hecho merecedora de estar al mismo nivel de la ISO 9000 (Calidad), ISO 14000 (Medio Ambiente) e ISO 27000 (Seguridad de la Información), con las cuales se relaciona. 

Recuerden esto: mientras sigamos usando impresoras seguiremos usando papel y generando residuos. Tanto si las empresas se unen a este proyecto revolucionario; como si quieren mantener el papel; Kalímacos siempre estará al lado de los que quieran mejorar sus sistemas de gestión. Consúltenos
y les ayudaremos.




domingo, 21 de febrero de 2016

Umberto Eco in memoria


In Memoria

"Pese a las vulgaridades,las tonterías y las bufonadas las condenamos a reclusión perpetua, en todos los sitios, y no permitimos que el discípulo abra la boca para proferir esa clase de discursos" 

 - Y valga esto para los marginalia de que se hablaba hoy - no pudo dejar de comentar Jorge en voz baja -. Juan Crisóstomo ha dicho que Cristo nunca rió.

- Nada en su naturaleza humana lo impedía - observó Guillermo -, porque la risa, como enseñan los teólogos, es propia del hombre.

- Forte potuit sed non legitur eo usus fuisse - dijo escuetamente Jorge, citando a Pedro Cantor.
- Manduca, jam coctum est - susurró Guillermo "

( Umberto Eco. El Nombre de la Rosa)