jueves, 7 de marzo de 2013

Los Mayas tenían razón... New Age

En tiempos de crisis como los que vivimos  todo es negativo. Las noticias económicas nos sobresaltan cada día, los casos de corrupción nos agotan, de un grano de arena hacemos una gran montaña.  El corto plazo se impone al medio o largo plazo. Las prisas no son buenas consejeras.

En mi opinión la crisis nos distrae de lo verdaderamente importante, lo que Machado decía "despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas".  y para hacer bien las cosas debemos pensar, reflexionar, ser capaces de darnos cuenta de quienes somos, donde estamos y a donde nos dirigimos. Tenemos que ver cuales son nuestras prioridades, lo que es verdaderamente importante para nosotros o nuestras empresas.

El Mahatma Gandhi afirmaba que si uno quiere cambiar el mundo debería antes cambiarse a si mismo. Y cuando uno protesta ha de saber si lo hace para cambiar las cosas o para infringir un castigo o una venganza. En el primer caso está justificado. Es una reacción lógica, justa y humana. En el segundo caso, la frontera entre la justicia y la barbarie es inexistente.

A veces nos dejamos guiar o ir a remolque de las modas, las tendencias, los "mercados", los "creadores de opinión" que diría el ministro Cristóbal Montoro. Nos dejamos manipular, orientar, mal aconsejar. Permitimos que nos presionen y maltraten. Creo que es importante recuperar el sentido ético en nuestra vida y trabajo; y también la dignidad personal, tener nuestra propia agenda y hoja de ruta. En definitiva, dar valor a nuestra vida, trabajo y actividad.

Junto a ello creo que es preciso tener una hoja de ruta a medio y largo plazo, con el fin de definir mejor nuestra visión de las cosas, nuestra estrategia.  Los enfoques pueden ser variados pero todos son interesantes, todos aportan ideas a nuestra hoja de ruta. Sumar es mejor que restar. La innovación pasa por ser el medio para afianzar nuestra hoja de ruta. Crear, imaginar, ilusionar, producir, impulsar, fomentar son elementos que confluyen en la innovación, que necesariamente ha de ser transversal. 

A veces el miedo al fracaso, inculcado desde niños, nos ha bloqueado a los españoles en el espíritu emprendedor. El error nos lleva psicológicamente al fracaso y por tanto conlleva necesariamente un castigo.  Sin embargo en otros países el error es un elemento más para madurar,para crecer, para emprender. Para aprender es preciso equivocarse previamente. No debemos tener miedo al error, no debemos asociar fracaso con error, sino más bien  error = oportunidad. Si nos caemos, pues simplemente nos levantamos, nos arreglamos la ropa, nos curamos las heridas y seguimos adelante con la misma ilusión con la que empezamos. Cuanta gente ha tirado la toalla a las primeras de cambio.

Hay que revalorizar la ética como principal valor de una sociedad civilizada, democrática y plural. Un mundo nuevo es posible si somos capaces de innovar, de comprender, de sentir y de vivir dignamente.Bienvenidos a la nueva era Maya y global...



No hay comentarios:

Publicar un comentario